Dentro del contexto actual, el enfoque hacia la seguridad va cobrando cada vez mas importancia en el aspecto legal, personal y ocupacional. Una legislación muy fuerte, evaluaciones constantes y políticas específicas de las organizaciones confirman esta tendencia. Sin embargo, y a pesar de todo, está costando entender la transición que debemos dar desde la “seguridad para las personas” hacia “seguridad de las personas”, haciendo del colaborador un participante activo, empoderado y autónomo de su seguridad y la de los demás, aportando y velando por una cultura de seguridad colectiva.
Estos conceptos van acertadamente acompañados de campañas, revisiones de procedimientos para trabajos con riesgo presente, ATS (Análisis de Trabajo Seguro), señalética, pausas, gimnasia, IPERC, charlas de inicio de labor, EPPs, protocolos, entre otros elementos que buscan mantener la sensibilidad y conciencia en torno a la seguridad, evitando que se presenten circunstancias no deseadas que conlleven a la aplicación de medidas correctivas.
A pesar de esto, podemos identificar dentro de los diversos equipos de trabajo, colaboradores que son mas resistentes al uso de EPPs, al cumplimiento de normas, etc. O es su defecto, supervisores mas pasivos hacia el ejercicio de su autoridad y entrenamiento en seguridad.
En estos casos se requiere poder realizar un pronóstico conductual de las personas. Es decir; poder predecir que tan proactivo o resistente pueden ser las personas hacia el cumplimiento de normas y cuanta facilidad tiene para habituarse al control y procedimientos y protocolos inamovibles.
Esta identificación debe hacerse desde el proceso de selección para realizar procesos de inducción diferenciados. Sin embargo, es perfectamente factible realizarlo posteriormente cuando encontramos colaboradores o supervisores dentro de nuestros equipos de trabajo cuyo comportamiento en el ámbito de seguridad no es el esperado.
A través del PDA (Personal Development Analysis) es factible identificar aquellos postulantes con más proactividad al cumplimiento de normas, con estilos de trabajo estructurados, que se sientan cómodos y seguros siguiendo normas, protocolos y no “innovando” peligrosamente en aquello que ya está definido por seguridad ocupacional.
Esta herramienta (PDA) permite mapear aquellos comportamientos dominantes, habituales y por ende reiterativos en el desarrollo de las actividades laborales, permitiendo identificar dicho perfil; tanto en su aproximación al mismo, como en las diferencias observadas para la posterior reducción de brechas.
En otras palabras, podemos realizar procesos de evaluación, selección, inducción y capacitación más inteligentes, productivos, identificando el perfil y contrastándolo con el que presenta cada candidato o colaborador y así pronosticar el impacto en comportamientos seguros desde su ingreso a la organización o a un nuevo puesto. En caso sean ya trabajadores de nuestra organización, identificar las brechas y comenzar a preparar un plan de modificación de conductas orientadas a la seguridad. Y ojo, no estamos hablando de SBC (Seguridad Basada en el Comportamiento) ya que este programa inicia e incide principalmente en la prevención y corrección, mientras que nuestra propuesta comienza un paso antes, en el Pronóstico del Comportamiento Seguro.
Asimismo, a partir de entender este concepto, podemos diferenciar técnicos que se adapten mejor a diversas variables que se presentan tales como mayores riesgos, menos protocolos, menos herramientas, espacio de trabajo reducido, escasa supervisión que requieren un especial empoderamiento en seguridad por parte del colaborador y por ende un perfil conductual diferenciado.
O en su defecto, los técnicos itinerantes, que por las funciones a cumplir se desplazan a diferentes áreas de la compañía y en algunos casos a las diversas sedes con las que se cuenta. En este contexto, ese colaborador está expuesto a distintos estilos de supervisión y liderazgo, adicionalmente otro entorno sociolaboral, equipos, micro clima laboral, etc. Distintos a los de su taller de origen.
En ambos casos, el empoderamiento y perfil conductual del técnico será mucho más importante para que se active en la prevención y cumplimiento de todos los protocolos orientados a preservar la salud y producción.
Igualmente, esta herramienta PDA (Personal Development Analysis) puede complementar de manera exitosa la función en el ámbito de seguridad ocupacional del supervisor. Es decir; al igual que con el técnico o colaborador, podemos pronosticar el estilo de supervisión requerido en materia de seguridad perfilando su apego a normas, que priorice y entienda la seguridad como herramienta imprescindible de la calidad y con capacidad de influir y empoderar a sus colaboradores en este camino.
Entonces, integrando un perfil adecuado ya sea como técnico o supervisor, estamos anticipándonos y en capacidad de filtrar o reentrenar a personas con dificultad para cumplir didas preventivas y por ende se expongan constantemente a incidentes; que como todos sabemos es la puerta de entrada a los accidentes.
Finalmente; cerrando el círculo, se encuentra el tercero o proveedor de servicios. Ese montacarguista, el transportista, personal de limpieza, seguridad, etc. Personas que si bien es cierto no pertenece a la planilla de la organización y posiblemente, no cuentan con tantos procedimientos seguros y eficientes, además de poseer una cultura organizacional distinta, participa en las actividades diarias y situacionalmente es responsable de una parte del proceso. ellos también deben ser evaluados con el PDA (Personal Development Analysis) resaltando principalmente su capacidad de adaptarse conductualmente a lo que se requiere en cada organización, donde la diversidad de normas y protocolos de seguridad varían en cada una de ellas y donde se requiere un colaborador externo que se adapte, subordine, respete, alinee y empodere en todo lo que se refiere a seguridad.
En resumen; el pronóstico adecuado del estilo conductual orientado a la seguridad aplicado a tres niveles, técnico, supervisor y personal externo allana el camino para toda una política preventiva y desarrollo de clima organizacional adecuado que permita trabajar con la calidad y seguridad que los tiempos actuales exigen.