Mg. JUAN ENRIQUE BRAVO FLORES PDA Partner Gold, Consultant, Trainer and Certified Analyst
Dentro del contexto actual, el enfoque a la seguridad va cobrando cada vez más importancia en el aspecto legal, personal y ocupacional. Una legislación muy fuerte, evaluaciones constantes y políticas específicas de las organizaciones confirman esta tendencia. Sin embargo, está costando entender que se debe pasar de la etapa de “seguridad para las personas” a “seguridad de las personas”, haciendo del colaborador un participante activo y autónomo de su seguridad y la de los demás, aportando y velando por una cultura de seguridad colectiva.
El enfoque que presentamos en este artículo apunta a la prevención antes que la implementación de correctivos; estos últimos principalmente orientados al reforzamiento negativo, es decir sancionador. En otras palabras…” cumple con la seguridad porque de lo contrario serás sancionado”.
Estos conceptos van acertadamente acompañados de campañas, revisiones de procedimientos para trabajos con riesgo presente, ATS (Análisis de Trabajo Seguro), señalética, pausas, gimnasia, charlas de inicio de labor, EPPs, protocolos, entre otros elementos que buscan mantener la sensibilidad y conciencia en torno a la seguridad, evitando que se presenten circunstancias no deseadas que conlleven a la aplicación de medidas correctivas.
Este concepto es parcialmente adecuado. Siempre la prevención estará un paso adelante, que la corrección, no solamente en aspectos de seguridad ocupacional sino en cualquier ámbito de gestión.
Pero, ¿por qué decimos que es parcialmente cierto? analicemos juntos… ¿hay un paso antes de la prevención?, ¿podemos mejorar procesos anteriores a la prevención?, La respuesta es SI. Efectivamente, es posible desde el ámbito conductual pronosticar durante los procesos de selección, evaluación e inducción, o en la elaboración del perfil conductual del puesto.
A Través del PDA (Personal Development Análisis) es factible, identificar aquellos postulantes con más proactividad al cumplimiento de normas, con capacidad de analizar los riesgos y mantener los ojos y mente en la tarea como una prioridad ocupacional, conjuntamente con la calidad.
Esta herramienta (PDA) permite identificar aquellos comportamientos dominantes, habituales y por ende reiterativos en el desarrollo de las actividades laborales, permitiendo identificar dicho perfil; tanto en su aproximación, como en las diferencias observadas para la reducción respectiva de brechas.
Así podemos hacer procesos de selección más inteligentes, productivos, identificando el perfil y contrastandolo con el que presenta cada candidato o colaborador y así pronosticar el impacto de ingresarlo a la organización o a un nuevo puesto.
En caso que sean colaboradores ya integrados, con contratos indefinidos, sindicalizados o de cualquier otra variable, igual podemos identificar las brechas y comenzar a preparar un plan de modificación de conductas orientadas a la seguridad. Y ojo, no estamos hablando de SBC (Seguridad Basada en el Comportamiento) ya que este programa inicia e incide principalmente en la prevención y corrección, mientras que nuestra propuesta comienza un paso antes, pronosticar el comportamiento seguro.
Asimismo, a partir de entender este concepto, podemos trabajar algunas variables que se presentan; por ejemplo, dentro de las funciones operativas, hay algunas con más situaciones no deseadas en el ámbito de seguridad, mayores riesgos, menos protocolos, menos herramientas, espacio de trabajo reducido, escasa supervisión que requieren un especial empoderamiento en seguridad por parte del colaborador.
En otras circunstancias tenemos técnicos itinerantes, que por las funciones a cumplir se desplazan a diferentes áreas de la compañía y en algunos casos a las diversas sedes con las que se cuenta. En este contexto, ese colaborador está expuesto a distintos estilos de supervisión y liderazgo, adicionalmente otro entorno sociolaboral, equipos, pasajes, etc. Distintos a los de su taller de origen.
En ambos casos, el empoderamiento del técnico será mucho más importante para que se active la prevención y todos los protocolos orientados a preservar la salud y producción.
Igualmente, esta herramienta PDA (Personal Development Analysis) puede complementar de manera exitosa la función en el ámbito de seguridad ocupacional por parte del supervisor. Es decir; al igual que con el técnico o colaborador, podemos pronosticar el estilo de supervisión en materia de seguridad perfilando un supervisor apegado a normas, que prioriza y entienda la seguridad como herramienta imprescindible de la calidad y con capacidad de influir y empoderar a sus colaboradores en este camino.
Entonces, integrando un perfil adecuado ya sea como técnico o supervisor, estamos anticipándonos y en capacidad de filtrar a personas que no sientan las medidas preventivas y por ende se expongan constantemente a incidentes; que como todos sabemos es la puerta de entrada a los accidentes. Este perfil, además será afinado y potenciado en el proceso de inducción, el mismo que tiene como valor agregado, conocer a priori las brechas en materia de seguridad que trae cada colaborador nuevo.
En caso el supervisor o colaborador, sean personas que se encuentran al interior de la organización aplicar el PDA para identificar oportunidades de mejora, haciendo un plan de capacitación más inteligente, personalizado y productivo.
Finalmente; cerrando el círculo, se encuentra el tercero o proveedor de servicios. Ese montacarguista, el transportista, personal de limpieza, etc. personas que si bien es cierto no pertenecen a la planilla de la organización y posiblemente, no cuentan con procedimientos seguros y eficientes, además de poseer una cultura organizacional distinta, participa en las actividades diarias y situacionalmente es responsable de una parte del proceso. Estas personas también deben ser evaluadas con el PDA (personal Development Analysis) resaltando principalmente su capacidad de adaptarse conductualmente a lo que se requiere en cada organización, donde la diversidad de normas y protocolos de seguridad varía en cada una de ellas y donde se requiere un colaborador externo que se adapte, subordine, respete y se empodere en todo lo que se refiere a seguridad.
