Un verdadero líder tiene la confianza para estar solo, el coraje para tomar decisiones difíciles y la compasión para escuchar las necesidades de los demás. Él no se propone ser un líder, sino que se convierte en uno debido a sus acciones y la integridad de su intención – Douglas MacArthur El liderazgo es el proceso de lograr influir sobre los demás con trabajo en equipo, con el propósito de que trabajen con entusiasmo en el logro de sus objetivos según Davis y Newstrom (2003). Por otro lado, entendemos al clima laboral como el conjunto de cualidades, atributos o propiedades relativamente permanentes de un ambiente de trabajo concreto que son percibidas, sentidas o experimentadas por las personas que componen la organización y que influyen sobre su conducta. El clima laboral está directamente ligado con la productividad, con el compromiso y, como consecuencia, con un buen estilo de liderazgo. El clima organizacional, en cierto modo se compone de las acciones de cada persona que conforma la empresa y, teniendo en cuenta que cada acción que generen esas personas tendrá un impacto en la organización, entendemos que motivar correctamente a las personas a realizar sus tareas atendiendo a sus necesidades, tendrá un impacto positivo. La gestión del liderazgo cumple un rol importante en la generación de un buen o mal clima. La importancia del rol que cumplen los líderes es tal, que estudios internacionales indican que el 76% de las empresas relacionan un buen liderazgo con el crecimiento de la productividad en la organización. El impacto del liderazgo es uno de los principales motores para generar un clima laboral que se alinee a las necesidades de las personas, ya que ellos son los que en definitiva van a impulsar a las personas que trabajan en las empresas a generar comportamientos de sinergia grupal, los que a priori llevarán al cumplimiento de los objetivos de la organización. Mientras que un clima positivo se orienta hacia los objetivos generales, un clima negativo es capaz de destruir el ambiente de trabajo ocasionando situaciones de conflicto y de bajo rendimiento. El líder tiene la facultad de influir y sus acciones logran motivar a los miembros de los equipos para que todos trabajen bajo un mismo objetivo.